Los cambiapieles no luchan con acero y hierro, sino valiéndose de colmillos, zarpas y garras. Las bestias de un cambiapieles van a la guerra con toda la astucia animal propia de cada criatura en cuestión, pero guiada por la inteligencia humana que se aloja en su mente. Si entre las filas del Pueblo Libre pueden verse lobos huargos, águilas o incluso enormes osos norteños, es del todo seguro que un cambiapieles acecha en algún lugar cercano. Además, hay que tener en cuenta que no basta con matar a sus bestias para derrotar a un cambiapieles.
CONTENIDO
8 miniaturas, 8 cartas, 2 bandejas de movimiento.